Mitología

Mitología

Desde tiempos inmemoriales nos han llegado numerosas leyendas, cuentos y canciones que sugieren el mundo antiguo y pagano de los ancestros del territorio en el que vivimos. El euskera contiene una rica cantidad de mitos y leyendas que componen una cosmogonía de dioses y deidades mágicas. Deidades, principalmente relacionadas con los parajes naturales de nuestra tierra: Los bosques donde habitan los Jentiles (los gigantes constructores), las cuevas donde duerme Sugaar (hombre-sierpe de las profundidades), las imponentes montañas donde por encima de todos mora la Diosa Mari, envuelta en fuego, máxima representante de Ama Lurra (Madre tierra), que premia al justo y castiga al malvado.

Nuestros antepasados convivían con estas creencias mitológicas y las usaban para responder a las preguntas existenciales. Todo fenómeno o elemento de su entorno era sagrado y todo tenía nombre. De ahí la frase que todo vasco conoce: “Izena duen guztia, bada” (todo lo que tiene nombre existe).

Evidencia también la existencia de una religión matriarcal donde la diosa madre es la mayor autoridad, donde el misterio de dar vida era el mayor de los enigmas. Tierra y creación entera se componían de la misma sustancia que la diosa madre: mito originario de todas las culturas del mundo, que se fue desplazando por la divinidad masculina, desacralizando la naturaleza o la visión de la vida como una unidad completa.

Tenemos la gran suerte de poder conservar pequeños retazos de esa creencia en nuestra mitología. Y mediante Irati pretendo redirle homenaje, manteniendo viva la fascinación y el respeto que se merece la madre de todas las creencias del mundo.